10 Nov Causas y factores de la osteoporosis.
La osteoporosis es la enfermedad ósea más común que puede ocasionar deterioro de los huesos. Comúnmente aparece en las personas de la tercera edad porque sus huesos, con el paso de los años van perdiendo densidad por la descalcificación, se vuelven débiles y quebradizos, siendo más propensos a sufrir fracturas.
Dentro de las causas más comunes que pueden afectar al deterioro del sistema óseo se encuentra el realizar poca actividad física a lo largo de los años, no llevar una correcta alimentación saludable, abusar de la ingesta de azúcares refinados o tomar determinados medicamentos los cuales muy probablemente no estén controlados por un médico.
La descalcificación y la debilidad de los huesos van agravándose con la edad; en las mujeres con la llegada de la menopausia debido a que esto causa una disminución del estrógeno, y en los hombres cuando envejecen se da un déficit de testosterona; ambos casos son motivos de perdida de densidad ósea.
Debemos tener claro del cuidado de nuestros huesos durante toda nuestra vida, desde el nacimiento hasta que somos mayores, con el paso del tiempo se pierde movilidad, el cuerpo va deteriorándose al tiempo en que vamos envejeciendo y se vuelve menos ágil, más lento; por tal motivo, el hecho de hacer ejercicios exhaustivos nos va a resultar más difícil por ello es fundamental considerar un adecuado cuidado de nuestros huesos con una correcta alimentación.
Entonces debemos de tener claro que con el paso de los años nuestros huesos van perdiendo densidad por la descalcificación, por lo cual se vuelven débiles y quebradizos, gracias a esto, son más propensos a sufrir fracturas. La enfermedad ósea más común que puede ocasionar estos deterioros de la estructura normal de nuestros huesos es la osteoporosis.
CARACTERÍSTICAS
La osteoporosis se caracterizada por presentar una masa o grosor óseo disminuido y el deterioro de la estructura interna del hueso que lo hace delicado y poroso. El hueso con osteoporosis es mucho más débil que el hueso normal y tiene más porcentaje de sufrir fracturas con pequeños golpes o movimiento bruscos: como por ejemplo, al agacharse, bajar de un coche, levantar objetos pequeños, o en el caso de gran obesidad puede llegar a no soportar el peso del propio cuerpo. Las fracturas pueden ocurrir más comúnmente en las muñecas, las caderas y a nivel de la columna baja; es importante saber que en algunos países, se han establecido que un 75% de las fracturas que sufren personas mayores de 45 años se debe comúnmente a osteoporosis.
La osteoporosis no puede presentar ningún signo o síntoma, hasta que comiencen aparecer fracturas que ponen en evidencia a la enfermedad como tal, una vez que esta ya está en el cuerpo; es entonces, cuando aparece el dolor, la deformación, la disminución de la estatura con encorvamiento de la espalda producida por fracturas vertebrales, las cuales pueden llevar a la invalidez o a limitar la movilización de la persona, lo que representa un potencial peligroso para el enfermo que la posee, debido a las complicaciones ocasionadas por la inmovilización.
FACTORES DE RIESGO
Dentro de los factores de riesgo que no podemos modificar y que aumentan la probabilidad de que los huesos se descalcifiquen tenemos: la edad, antecedentes familiares de osteoporosis, sexo femenino, menopausia temprana, menopausia por retiro de ovarios, enfermedades o medicamentos que provocan una disminución de la masa o grosor óseo (enfermedades de la tiroides, anemias crónicas, leucemia, mieloma múltiple, insuficiencia renal, enfermedades del hígado, uso prolongado y no controlado de: antiácidos, laxantes, diuréticos, glucocorticoides).
Otros factores de riesgo que si se pueden modificar, dependen del estilo de vida que cada persona lleva, tenemos: vida sedentaria, inactividad prolongada, baja ingesta de calcio a lo largo de la vida, tabaquismo, alcohol, abuso en la ingesta de bebidas gaseosas y cafeína, deficiencia de vitamina D, delgadez extrema (personas que padezcan de anorexia y bulimia)
Además, las enfermedades que también pueden conducir a descalcificación ósea tenemos: artritis reumatoidea, enfermedad renal crónica, diabetes tipo I, trasplante de órganos.
ALIMENTACIÓN SALUDABLE
Hablando de nutrición para mantener huesos fuertes y así contribuir a mejorar y prevenir la descalcificación, sabemos que el esqueleto necesita de calcio para que los huesos se mantengan fuertes y densos; dentro de los alimentos más recomendados para consumir por su contenido de calcio tenemos: la coliflor, el brócoli, los cereales integrales, frutos secos, todo tipo de legumbres, frutos rojos, naranja, lácteos.
La vitamina D es fundamental para la formación del hueso, por lo que no se recomienda disminución a la exposición a la luz solar.
Durante toda la vida el cuerpo siempre está reabsorbiendo hueso viejo y creando hueso nuevo, nuestro esqueleto se reemplaza aproximadamente cada 10 años, aunque a medida que nosotros vamos envejeciendo este proceso se vuelve más lento. La descalcificación se produce cuando se reabsorbe más hueso viejo que el hueso que se crea nuevo.
RECOMENDACIONES
Se recomienda realizar ejercicios que implique sobrecarga mecánica leve; por ejemplo: caminata durante 30 minutos, bailar, correr, ya que desacelera el ritmo de perdida ósea, mejora la fuerza muscular, disminuye el dolor crónico y el riesgo de caídas y de fracturas, mantiene la agilidad y la estabilidad corporal.
Un diagnóstico oportuno y tratamiento precoz en personas que presentan esta enfermedad, ayuda a mejorar y brindar un mejor estilo de vida en su salud.
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AGRADECEMOS
M.D. Jesús Antonio Pérez Saguay
Médico General
Centro de Especialidades SaludServ.
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