El estrés y las enfermedades cardiovasculares

El estrés ha aparecido como factor de riesgo cardíaco en la Guía Europea de Prevención Cardiovascular. En la práctica médica, desde hace años se recomienda prestar atención a este proceso que, si se instala de forma habitual en nuestra vida cotidiana, puede acabar afectando nuestra salud, en especial en épocas de pandemia.

Se conoce que los factores de riesgo cardiovascular clásicos no han conseguido explicar por completo estas enfermedades y, en virtud de esta circunstancia, el estrés debe considerarse un nuevo factor de riesgo de enfermedad cardiovascular.

La vinculación entre el estrés y el riesgo cardiovascular ha tardado décadas en demostrarse. Los estudios epidemiológicos realizados tras grandes crisis y catástrofes, han revelado que elestrés mental acaba desencadenando enfermedades cardiovasculares; por ejemplo:

  • Sucesos como los terremotos de Atenas (1981), Los Ángeles (1994), provocaron un aumento de dos y cinco veces las muertes no traumáticas debidas a problemas cardiovasculares.
  • En los atentados contra las Torres Gemelas de Nueva York, las autoridades sanitarias detectaron un incremento en el número de disparos de los desfibriladores cardíacos automáticos, implantados en pacientes para restablecer su actividad cardíaca.

En los últimos meses, la pandemia por coronavirus ha desencadenado multiples síntomas cardiovasculares, entre ellas:

  • Arritmias.
  • Hipertensión arterial no controlada.
  • Dolores precordiales atípicos.
  • Cuadros de ansiedad con depresión, dimensionado por la profunda crisis económica, el miedo a enfermarse y contagiar a otras personas, eso desencadena cuadros de estrés agudo y crónico que conlleva a palpitaciones, temblores inespecíficos, insomnio, diarreas, estreñimiento con calambres abdominales.

Además, la presión arterial no controlada es un cuadro frecuente en estas personas, por lo tanto, se recomienda tener un dispositivo de brazo, semiautomático de medición de presión arterial para que se mida en posición sentada luego de descansar 5 minutos, y luego hacer una nueva medición un minuto después sin quitarse el dispositivo del brazo. Estas medidas deben ser siempre anotadas y llevadas a su médico en el momento de la consulta.

Dr Ernesto Peñaherrera Patiño

Jefe del Servicio de Cardiología
Hospital Luis Vernaza

  • Médico Cardiólogo-MSP Argentina, Universidad de Guayaquil.
  • Especialista en Hipertensión Arterial – Universidad Favaloro.
  • Director PostGrado de Cardiología UEES.
  • Presidente de la Sociedad Ecuatoriana de Cardiología NG.
  • Gobernador para Ecuador de la InterAmerican Hypertension Society.
  • Ex-VicePresidente de la Sociedad LatinoAmericana de Hipertensión Arterial.
  • Grado de Maestro de la Sociedad InterAmericana de Cardiología.
  • Miembro de Honor de la Sociedad Española de Cardiología.
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