18 Jun El Cáncer de Próstata ocupa segundo lugar en frecuencia de enfermedad entre los hombres
El cáncer de próstata, es una enfermedad donde células malignas se forman en la próstata, glándula del sistema reproductor masculino ubicada debajo de la vejiga y delante del recto. Constituye uno de los cánceres más comunes en hombres, con variantes desde crecimientos lentos hasta formas agresivas de rápida diseminación.
A nivel mundial, es el segundo cáncer de mayor diagnóstico y la segunda causa principal de muerte por cáncer, después del cáncer de pulmón, según la OMS. Se registran aproximadamente 1.3 millones de nuevos casos de forma anual, con más de 300,000 muertes. Las tasas de incidencia y mortalidad, son más altas en América del Norte y Europa Occidental, las más bajas en Asia y África.
La etiología del cáncer de próstata es multifactorial, involucrando factores genéticos, hormonales y ambientales. Factores de riesgo incluyen edad avanzada, antecedentes familiares, etnicidad (mayor incidencia en hombres afroamericanos), y variaciones genéticas. La dieta, estilo de vida, y exposición a sustancias químicas y radiación también pueden aumentar el riesgo.
En etapa inicial, el cáncer suele ser asintomático. A medida que avanza, manifiesta síntomas urinarios como dificultad para orinar, flujo débil, necesidad frecuente de orinar, y sangre en la orina o semen. El dolor óseo indica metástasis en casos avanzados, junto con disfunción eréctil y raramente, debilidad o entumecimiento en las piernas.
La prevención se enfoca en la modificación de factores de riesgo y detección temprana. Se recomienda dieta baja en grasas, rica en frutas y vegetales, mantener peso saludable y ejercicio regular. Las pruebas como el antígeno prostático específico y el tacto rectal son útiles para la detección temprana.
En conclusión, el cáncer de próstata, con su complejidad etiológica y variada presentación clínica, requiere enfoque en prevención y detección temprana. La comprensión de sus características clínicas y estadísticas epidemiológicas es esencial para su manejo efectivo y la mejora de los resultados del paciente.